EL CHICO DEL PASAMONTAÑAS

16 de abril de 2014 hade Park Londres Inglaterra 6 pm Fernanda sola sentado en una banca devorando una manzana verde con sabor a lágrimas así festeja su cumpleaños número 29 en un continente distinto al suyo a miles de kilómetros de casa muy lejos es familia y amigos leía impacientemente mensajes de texto que llegaban uno tras otro a su móvil deseándole el mejor de los días sin saber que se podía ser el peor de su vida
De pronto un joven muy alto se sentó junto a ella el chico temblaba de frío aquel día había llovido sin parar la lluvia calmó a eso de las 7 pm la joven miró al chico te encuentras bien el chico asento con la cabeza y respondió sólo tengo frío me he mojado durante la lluvia la joven que siempre había sido de corazón dulce humilde y caritativo le dijo ven vamos a mi coche por un suéter seco te puede dar hipotermia vamos rápido se apresuraron los jóvenes al vehículo un Audi A4 la chica de la cajuela y sacó un suéter y una manta le quitó el suéter y la playera mojada al chico y le ayudó a ponerse el seco y ordenó se introdujera en el auto él obedeció y entraron ella encendido la calefacción y lo tapó con la manta mientras lo abrazaba disfrutaba su cuerpo contra él para así pasar un poco de calor corporal y prevenir un paro cardíaco el chico llevo puesto un pasamontañas que hasta ese momento la chica notó al intentar quitárselo él se sobresalto y con voz grave dijo NO.
Ella no insistió en quitárselo pues había algo en su mirada que le inspiraba profunda confianza, la chica preparo la tina con agua caliente y mientras él se duchaba ella preparaba la cena pues pensaba que tal chico era indigente debido a sus gastadas y sucias ropas.
Frente a la chimenea acomodo unas mantas,velas y las bandejas de comida un par de copas de vino tino y se sentó a esperar al chico quien al salir de la habitación contigua usaba ropas que Fernanda había comprado para el que había sido su novio meses atrás y a quien no había dado debido a su ruptura.
Aunque las ropas eran distintas el chico seguía usando el pasamontañas que ocultaba su rostro pero no sus profundos ojos azules.